La copa más sofisticada y exitosa del momento en España es el gin tonic, moda que ha supuesto la llegada a nuestro país de más de 240 marcas de ginebras, muchas de ellas de categoría premium y superpremium, junto a la introducción de numerosas tónicas de alta gama. España es en la actualidad el primer consumidor per cápita de Europa y el tercero del mundo de este espirituoso. Dejen paso a su majestad el gin tonic…
Tal es la imagen adquirida por el gin tonic que cualquier detalle es esencial, desde el vaso hasta los atrezos de la copa. Inboga te descubre las claves para preparar y disfrutar del combinado de moda perfecto:
– Si el gin tonic se sirve en copa balón es recomendable entre trago y trago tener un lugar donde apoyar la copa para no calentarla, además en estos recipientes las cantidades son mayores por lo que si nos apetece un combinado poco cargado lo ideal es usar un vaso Tumbler, el tradicional en Reino Unido.
– El gin tonic es una bebida que hay que tomar fría y el principal cometido del hielo es enfriar la copa sin aguarla. Teniendo estos dos principios claros resulta lógica la importancia de congelar la copa con la intención de mantener la bebida fría el mayor tiempo posible y sin que los cubitos de hielo comiencen a deshacerse. Si decidimos emplear hielo casero hemos de tener en cuenta que el cloro y las distintas sales del agua no van a permitir tener cubitos cristalinos. Un truco aunque no eficiente al 100% es hervir el agua antes de congelarla.
– A la hora de elegir la ginebra perfecta el amplio abanico de marcas dificulta el trabajo, ya que ‘para gustos los colores’ por lo que el gin-tonic perfecto será aquel que incluya la ginebra que más guste a cada uno, eso sí en una medida concreta: a cada 20 cl. de tónica le corresponden 5 cl. de ginebra. Quien prefiera un combinado más intenso puede aumentar la dosis hasta un máximo recomendable de 7 cl. de ginebra, y quien por el contrario sólo quiera perfumar la tónica, puede reducirla hasta los 3-4 cl.
– La tónica hay que servirla suavemente a la mínima distancia del hielo. Esta teoría contradice el uso tan famoso de la cucharilla imperial. Expertos como Ferrán Centelles, ex sumiller de El Bulli, explica que «todos los tratamientos físicos que impliquen alguna fricción con el mixer antes de que llegue a la copa harán que la bebida pierda carbónico». Tampoco debemos verter la tónica como se hacía antes: pinchar la chapa con un cuchillo, agitarla y servirla como si fuera un sifón ya que lo único que se obtiene así es un gin-tonic desgasificado. Una vez lograda la combinación sí interviene la cucharilla imperial pero de forma semicircular ascendente para mezclar a la perfección los líquidos.
– El último paso del gin tonic perfecto es el de aromatizar y para ello los cítricos son los elementos estrella. Sin embargo, conviene aclarar un error muy extendido, no se debe echar zumo de limón o cualquier otro ingrediente ya que así sólo se acelera la pérdida de la chispa de la tónica. Lo que hay que hacer es cortar de manera circular un trozo de la piel del cítrico.
Después de todos estos pasos sólo queda elegir el momento y la compañía ideal para disfrutar de tu gin tonic perfecto.